Lo que se me hacía una intuición, hoy me explota en la cara como una realidad. ¿Dónde está la perspectiva de género en este máster? Estamos formándonos en educación de la adolescencia, una edad tremendamente sensible a los roles de género, edad a la que muchas empiezan a recibir violencia por su género y muchos empiezan a ejercerla; y no ha habido ni una sola unidad específica sobre educación feminista o prevención de conductas machistas en el aula.
Ella es la última de las 72 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en nuestro país en lo que va de año.
Desde 2010, que se cuantifican los feminicidios, han sido asesinadas 1330 mujeres. Antes ni siquiera se registraban como tal.
Llegando aquí, ya muchos habrán dejado de leer aludiendo que los datos son mentira, adoctrinamiento feminista, que la violencia de género no existe… y esto me rompe y sorprende al mismo tiempo, ¿de verdad no ven a su alrededor? Ojalá todo fuera inventado, y no tan real.
Me pongo a pensar
sobre violencia machista y tantas son las experiencias propias y ajenas que no
sé ni cómo organizarlo. Cuando nos enteramos del asesinato de Teresa estábamos
3 amigas juntas, nos quedamos sin palabras. Hemos leído noticias similares
durante toda nuestra vida. Siempre se reafirman el miedo, el enfado, la
impotencia, la tristeza, el miedo, el enfado, la impotencia, la tristeza, el
miedo, el enfado, la impotencia, la tristeza… las pocas herramientas para
canalizarlo y menos aun, para evitar que vuelva a ocurrir.
Necesitamos educación para que no nos maten. Necesitamos educación específica contra el machismo. Necesitamos que cambien las cosas más rápido. Necesitamos que la universidad se implique. Que los colegios se impliquen, que los institutos se impliquen. Necesitamos estar alerta ante los casos que tengamos cerca. Porque los agresores no tienen trastornos mentales, como se alega a menudo para depurar responsabilidades (y ya de paso estigmatizar más aun la salud mental), los agresores son personas sanas*, perfectamente funcionales, que forman parte activa de nuestra sociedad. Tenemos que cambiar la educación ya, y sobre todo, la educación de los que maltratan y matan, porque el contador de asesinadas sigue subiendo mientras se paralizan las transformaciones feministas a grito de #notallmen, como si hiciera falta decirlo.
Hace poco estuve
en la presentación de un libro, El verano de Liliana, en él, la autora, Cristina Rivera Garza, habla de su hermana, asesinada a manos de su expareja. Ojalá fuera ficción, pero no
lo es.
* El último estudio realizado desde el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sobre las sentencias de violencia machista (publicado en el año 2018) determina que solo en el 5,4 por ciento de las sentencias analizadas se pudo determinar patología psiquiátrica (donde se incluye también adicción a alcohol o drogas) como atenuante en la condena. (Píkara magazine)
¿Sabes qué me da miedo? Tratar estos temas con los alumnos y que luego en casa les digan "no hagas caso a la profe feminazi" :'(
ResponderEliminarHasta que luego es tarde y se echan las manos a la cabeza.
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