El sustituto

17. Película de contenido educativo


Cuando pensé en una película sobre la que escribir tardé un rato en recordar una fantástica película que vi hace tiempo: El profesor (Detachment). En ella Adrien Brody interpreta a un atormentado profesor que tiene que cubrir una sustitución durante un mes en un instituto bastante complejo.

El profesor, superado por sus traumas del pasado y la difícil situación del centro y sus alumnos, logra conectar con ellos rápidamente (tan rápido como solo puede ocurrir en una película) mediante un método poco ortodoxo en el que obvia por completo el currículo al que debería ceñirse y opta por una aproximación más personalista con los alumnos.

A lo largo del filme Brody muestra comportamientos y métodos que encontramos en varias de las ocho escuelas pedagógicas que estudiamos. Una mezcla entre pedagogía personalista y existencialista que en ocasiones salpica con matices antiautoritarios y otras con detalles tradicionales o autoritarios, fruto de su propia complejidad y confusión. Ninguna persona es una forma simple sino un poliedro con sus caras y matices.

En sus compañeros de claustro podemos ver prácticamente todos los modelos de pedagogías que se estudian: el tradicional aburrido de la pedagogía, la activa que busca el protagonismo de los alumnos o la personalista que se centra en cada alumno como individuo.

El personaje del protagonista deja numerosas perlas a lo largo de la historia pero me gustaría destacar un par de frases especialmente llamativas como futuros docentes que somos. “Algunos pensamos que podemos marcar la diferencia y es entonces cuando despertamos y descubrimos que hemos fallado”. “Tenemos la responsabilidad de guiar a nuestros jóvenes para que no acaben fracasando, cayendo por el camino, convirtiéndose en insignificantes”

Obviando los tintes dramáticos de la visión del profesor son dos interesantes pinceladas sobre la función real de los docentes o la que creen tener con su posición. Se presupone que cualquiera que quiera dedicarse a la docencia pretende marcar la diferencia y extraer de sus alumnos su potencial sabiendo identificar sus fortalezas y habilidades personales y no solo centrándose en lo académicamente evaluable. Por otro lado aspiramos no solo a evitar que esos jóvenes acaben fracasando sino a que cumplan sus metas y tengan éxito en lo que se propongan.

Hasta la próxima lectura.

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